Cuando una ciudad es capaz de acoger rodajes tan distintos como “En el punto de mira” y “Mientras dure la guerra”, eso implica dos cosas: que la ciudad en sí es camaleónica y está llena de rincones espectaculares, y que su Film Commission realiza una gran labor. 

Ese es el caso de una de las ciudades españolas monumentales y universitarias por antonomasia: Salamanca. Aquí todo es una hipérbole: dos catedrales, dos universidades, docenas de edificios históricos, puente romano, palacio modernista, y una de las mejores plazas mayores del mundo. Ahí es nada. 

Con estas posibilidades, no es de extrañar que la ciudad del Tormes pueda acoger producciones ambientadas en casi cualquier época histórica. Repasamos algunas de las más conocidas de la mano de Enrique Cantabrana, responsable de Salamanca Film Commission. 

Películas de época

Uno de los primeros cineastas internacionales en descubrir sus posibilidades fue Ridley Scott, gran amante de nuestro país, que entendió que no había escenario mejor para rodar “1492: La conquista del paraíso” (1992). Con un reparto encabezado por Gérard Depardieu, Sigourney Weaver, Armand Assante, Fernando Rey y Ángela Molina, las catedrales, el convento de San Esteban, la Clerecía, la iglesia de San Benito, la calle Compañía, la plaza Concilio de Trento y los Patios de Escuelas son usados por Scott para recrear la ciudad en el siglo XV. 

Recorrer todos estos lugares no es difícil puesto que la mayor parte de su patrimonio arquitectónico y cultural está concentrado en la misma zona. Si hay una ciudad para pasear, esa es Salamanca y, como buena capital castellana, todo empieza y termina en su Plaza Mayor. Además de saber que fue construida durante el siglo XVIII, que tiene una estructura porticada de tres pisos y que está en el centro histórico, cualquiera que haya pasado un rato en ella te dirá que lo importante de esta plaza es su ambiente. No importa la época del año ni el día de la semana: aquí siempre hay gente. Turistas y universitarios se entremezclan, los unos tomando algo en sus terrazas y los otros sentados en el suelo, tomando el sol y viendo pasar la vida. 

Uno de los cafés más famosos de la ciudad, el Novelty, está bajo los soportales de la plaza. Aquí rodó Amenábar varias secuencias de “Mientras dure la guerra”, recreando el ambiente de tertulia que caracteriza a este lugar desde principios del siglo XX. Como curiosidad, y por razones técnicas, el equipo de producción ubicó el Novelty en otro lugar de la plaza, por lo que, durante unos días, convivieron el auténtico café y su recreación en la pantalla. Cosas del cine.

La Plaza Mayor es el cruce de caminos por el que hay que empezar la visita a la ciudad / Salamanca Film Commission

Partiendo de la Plaza Mayor se llega a todo lo que necesitas ver. Si caminas por la Rúa (llamada así, sin más) llegarás a la calle Compañía, en la que se levantan dos de los mejores edificios de esta ruta: la célebre Casa de las Conchas y la sede de la Universidad Pontificia: la Clerecía. Ambas aparecen en todas las producciones de época, puesto que la una fue sede de los jesuitas y la otra fue construida por los Reyes Católicos. En la Clerecía, la iglesia de la universidad, no dejes de subir a la Scala Coelli, su torre de 50 metros de altura, que ofrece una de esas vistas de ciudad en las alturas que todo viajero de pantalla necesita para tener un plano general de su escenario. Por aquí pasó el equipo técnico de Ridley Scott y también el de John Glen, director de “Cristóbal Colón: el descubrimiento”. 

Curiosamente, ambos directores coincidieron en el año de rodaje en esta espectacular ciudad. Y es que 1992 fue un año importante para España. Se celebraba el V Centenario del descubrimiento de América y por eso, la de Scott no fue la única película sobre el tema que se estrenó ese año. “Cristóbal Colón: el descubrimiento” (John Glen, 1992) también utilizó numerosos exteriores de Salamanca para ilustrar la misma historia. Marlon Brando, Tom Selleck, Catherine Zeta-Jones y Benicio del Toro fueron algunos de sus protagonistas. 

Siguiendo por la Rúa unos metros, estarás en la conocida plaza de Anaya, en la que está la entrada a la Catedral Nueva (en cuya entrada está el astronauta que todo el mundo busca por aquello de la suerte). Justo detrás de ella está la Catedral Vieja, y es imposible decirte cuál elegir. Simplemente hay que ver las dos. Y, si has disfrutado con la subida a la Scala Coelli, no puedes dejar de subir a la otra torre emblemática de la ciudad: Ieronimus. Son más de 100 metros de torre, pero como se hacen en varios tramos, ni te enterarás.

En la Plaza de Anaya está la entrada a la Catedral Nueva / Castilla y León Film Commission

Justo al lado del Huerto está otra de las joyas de la ciudad. La Casa Lis es un espacio singular, de los que no abundan en España. En lo que fue la casa de un rico industrial de principios del siglo XX se ha reunido la mejor colección de Art Nouveau y Art Decó del país. No dejes de disfrutar de su terraza, su cafetería y sus colecciones. Un tesoro.

Ciudad universitaria

Además de su pasado histórico como fuente de poder político y religioso, si hay algo que define a Salamanca es su carácter de ciudad universitaria. En 2018 se celebró el 800 aniversario de la fundación de la Universidad de Salamanca, considerada la más antigua de España y una de las más veteranas de Europa. 

Imprescindible para completar tu ruta por la ciudad es visitar el Patio de Escuelas, desde el que se puede contemplar la que, probablemente, sea la fachada de una universidad más conocida de España (por aquello de que salía en todos los temarios de Historia del Arte). Aquí rodó Amenábar algunas escenas de “Mientras dure la guerra”, donde Karra Elejalde interpreta a Miguel de Unamuno, que fue rector de esta institución en aquella época.  No dejes de cumplir con la tradición y buscar la rana en su fachada.

Rodaje en el Patio de Escuelas, con la Universidad al fondo / Salamanca Film Commission

Persecuciones y acción sin límites

Un punto y aparte en esta filmografía histórica y de puro disfrute de la ciudad lo puso “En el punto de mira” (Pete Travis, 2008). Esta superproducción de intriga política y acción, protagonizada por Dennis Quaid, Matthew Fox, William Hurt, Forest Whitaker, Sigourney Weaver y Eduardo Noriega dio a conocer en medio mundo la Plaza Mayor salmantina. Allí se cometía un atentado de lo más sonado, con las habituales persecuciones y escenas de máximo riesgo. 

Para tu tranquilidad, la auténtica Plaza Mayor solo sale en las escenas en las que no hay explosiones. Como es lógico, no fue posible rodar en un escenario Patrimonio de la Humanidad cualquier escena que pusiera en peligro la integridad artística de la ciudad. Para poder volar todo lo que exigía el guión se construyó en Méjico una réplica exacta del centro de Salamanca. Pero su belleza y dinamismo, aparecieron en la película e impresionaron al mundo. En agradecimiento a los productores por elegir Salamanca para la filmación, sus protagonistas fueron nombrados “huéspedes distinguidos” de la ciudad. Una distinción que recibieron el el estreno de la película en Salamanca.

Vista de la ciudad desde el puente romano / Castilla y León Film Commission

“Terminator” y “Doctor Zhivago”

Uno de los casos más curiosos de escenarios polivalentes de rodajes en tierras salmantinas, lo encontramos a unos 100 kilómetros de la capital, en la presa de Aldeadávila, impresionante obra de ingeniería construida en los años 50, que ha servido de escenario a dos superproducciones de género y época totalmente distintos. 

La primera fue “Doctor Zhivago” (David Lean, 1964), en la que la presa aparece al inicio y al final de la película. Dado que ésta se estaba rodando en España (fundamentalmente en Soria y en Madrid), el equipo de producción no tuvo que ir muy lejos para encontrar la presa que necesitaban. Las anécdotas del rodaje fueron numerosas, dado que participaron cientos de extras de la zona. Al parecer los paisanos/extras, emocionados por aquello de la cámara, saludaban cada vez que se les enfocaba. Dice la leyenda que ciertas escenas tuvieron que repetirse cerca de un centenar de veces, hasta que ni uno solo de los “espontáneos” saludó más. Y la película se acabó de rodar y quedó para la historia del cine. 

Probablemente fuera la belleza inhóspita de su entorno o que James Cameron había visto “Doctor Zhivago” lo que llevó al equipo de “Terminator: destino oscuro” (Tim Miller 2018) a utilizar de nuevo la presa como localización de rodaje. Esta cinta, la última de la saga Terminator, trajo a tierras españolas a Arnold Schwarzenegger encarnando al mítico «Cyborg» y a Linda Hamilton como Sarah Connor. Seguro que ambos disfrutaron lo suyo con el entorno y la gastronomía de estas tierras. 

Hasta aquí este breve repaso a las producciones más conocidas que han pasado por tierras salmantinas. Si te ha gustado lo que has visto, no dejes de vivirlo. Salamanca y su entorno te esperan para ofrecerte sus rincones llenos de encanto, su ambiente de ciudad que nunca descansa y sus localizaciones de cine. ¿Qué más puede pedir un turista de pantalla?

Por María Parcero