Si hay un elemento común en toda la zona de Ancares (Los, en la parte leonesa, Os en la lucense) es la paz y el silencio. Al ser una zona muy abrupta y de difícil acceso, sus habitantes están acostumbrados a sobrevivir por sus propios medios. Y a no ser muchos. Un magnífico retrato de esta forma de vida ha sorprendido al público de media España, encandilado con “As bestas” (Rodrigo Sorogoyen, 2022), merecedora de nueve Goyas.
Otra gran película rodada en la parte gallega de Os Ancares, es “Lo que arde” (Óliver Laxe, 2019). En este caso, a la desaparición del medio rural se une la lacra de los incendios forestales. Con un reparto de actores no profesionales y residentes de la zona, Laxe consiguió el Premio del Jurado en la sección Un certain regard del Festival de Cannes, dos Goya y el Premio de Spain Film Commission en el Festival de San Sebastián.
El paisaje como personaje de las películas
Más allá de las tramas de ambas películas, interesantes y sobrecogedoras a partes iguales, lo que ha conquistado al público son sus espectaculares localizaciones, situadas en las regiones de El Bierzo y Los Ancares (León).
Rodrigo Sorogoyen, director de “As bestas”, ha comentado en numerosas entrevistas que durante el rodaje de la película “vivimos una experiencia tan hermosa como bestial, como debe ser cuando trabajas en plena naturaleza. Vivimos como se vive en Los Ancares: con frío, cambios radicales de climatología; tormenta torrencial para después abrir y quedarse un día precioso”.
Denis Ménochet en una escena de “As bestas”/ Arcadia Motion Pictures
De hecho, los productores hicieron coincidir las fechas del rodaje con el cambio de estaciones que aparece en la película. Comenzaron a finales de verano, en un paraje verde y acogedor, perfecto para el retiro con sus bosques frondosos, y rodaron también en pleno invierno para mostrar cómo este paisaje apabullante puede tornarse oscuro, frío, abrumador, inhóspito.
Más sencillo resultó el rodaje en la otra localización de la película, la localidad de Sabucedo (Pontevedra) donde se rodaron las escenas de “a rapa das bestas” que da título al film.
Curro de Sabucedo, Pontevedra / Pontevedra Film Commission
Volviendo a Los Ancares, esta región montañosa se extiende por un área que abarca varias provincias: León, Lugo y Asturias. Quizás sea uno de los lugares más desconocidos de nuestra geografía, excepto para los locales o para los eventuales viajeros que van o vuelven de Galicia por la A6, que ven desde la autovía los letreros que marcan la entrada a esta Reserva de la Biosfera.
Aunque no es fácil establecer un límite entre provincias, porque la naturaleza no entiende de divisiones artificiales, hoy te proponemos conocer la parte leonesa de este lugar ancestral, donde la tradición sigue viva en viviendas, lengua y viandas. Comenzamos.
Naturaleza pura y entorno salvaje
Cualquier ruta por sus profundos valles es escarpada y difícil. Se puede llegar a casi todos los núcleos de población en coche, pero a veces por pistas de tierra sin asfaltar. Es, por tanto, un paraíso para senderistas, barranquistas y ciclistas, que pueden recorrer largos tramos sin cruzarse con nadie. Un lujo que ya no es posible en muchos otros destinos turísticos. La cantidad y variedad de senderos es tal, que necesitarás varias escapadas para recorrerlos todos. Planifica tu viaje con esta Guía.
“Pensando en qué es lo que más resaltaría de este rodaje, diría que es la inmersión en el entorno”
Rodrigo Sorogoyen, director de «As bestas»
Hayedo de Busmayor, Los Ancares / Castilla y León Film Commission
Los Ancares cambian en cada estación y en todas ofrecen algo diferente y espectacular. Sus bosques de robles, acebos y castaños se tiñen de nieve en invierno y primavera, se convierten en un fresco vergel en verano y en un glorioso espectáculo de colores en otoño. Por aquí aún viven en libertad osos, urogallos, corzos y lobos. Un lujo. Quedan también arroyos y ríos de aguas puras, de las que aún se pueden beber sin miedo. Naturaleza sin fin y sin filtros.
Pallozas, tradiciones y patrimonio cultural
Los Ancares Leoneses sorprenden por su belleza natural y su rico patrimonio cultural: desde pinturas rupestres de la Edad del Bronce como el Conjunto de Peña Piñera (Sésamo) pasando por otros de época romana como la impactante explotación aurífera de la Leitosa (Paradaseca), hasta las más recientes minas de carbón del Valle de Fornela, de mediados del siglo XX. También atesora señales de una amplia cultura castreña, apreciable en lugares como Campo del Agua o Balouta, y medieval, como las imponentes construcciones del Monasterio de San Andrés de Vega de Espinareda o la Colegiata y el Castillo en Villafranca del Bierzo en pleno Camino de Santiago.
Si buscas el principal escenario del rodaje de “As bestas” lo encontrarás en el pueblo de Quintela de Barjas, a 50 kilómetros de Ponferrada. En esta aldea vive un único vecino, por lo que fue fácil convertirla en el pueblo donde transcurre la acción de la película. Aquí puedes recrearte en esa naturaleza salvaje y poco explorada que es uno de los principales atractivos de la zona.
En Barjas (León) se rodaron muchas escenas / Turismo de El Bierzo
Otro de los escenarios de rodaje de “As bestas”, menos inhóspito que la zona de Barjas, es Vega de Valcarce. Este pueblo, cercano a Piedrafita y parte del Camino de Santiago, tiene un estupendo ambiente en verano, gracias a los albergues de peregrinos y a su playa fluvial.
Pero Los Ancares ofrecen mucho más. Su patrimonio inmaterial es extenso y nos une con tradiciones ya casi extintas como los entroidos (antiguas celebraciones de carnaval); los magostos (tradición de comer castañas frente al fuego contando historias) o las danzas del Valle de Fornela.
Uno de los principales atractivos turísticos de la zona es poder visitar alguna palloza, la construcción más emblemática de la zona. Su origen es pre-romano y se ha seguido usando hasta el siglo pasado. De planta circular, paredes de piedra (lajas de pizarra) y rematadas por una cubierta vegetal de paja de centeno de forma cónica – conocida como el “teito”- estas casas servían de alojamiento a personas y ganado y aún se pueden visitar en poblaciones como Balouta, Pereda de Ancares o Campo del Agua.
Para los amantes de la arquitectura, todo el paisaje de Los Ancares está salpicado de molinos, monasterios, castros e, incluso, playas fluviales.
¿Por dónde empiezo?
La compleja geografía de la zona, marcada por picos y valles, hace que sea aconsejable una pequeña planificación de la escapada para optimizar el tiempo. Que aquí se detiene, pero en el resto de nuestras vidas, corre demasiado aprisa. Te proponemos que escojas uno de los tres valles de la parte leonesa y que elijas un punto de partida entre estos cuatro municipios: Peranzanes, Candín, Vega de Espinareda y Villafranca del Bierzo.
Desde cualquiera de ellos llegarás a los pueblos más pequeños y escondidos. Algunos por los que hay que pasar sí o sí son Burbia, Sésamo, Villasumil, Pereda, Balouta, el Puerto de Ancares (que separa León de Lugo), Suárbol y Piornedo.
Las Médulas / Castilla y León Film Commission
Y, si la escapada se convierte en unas largas vacaciones, El Bierzo está repleto de lugares maravillosos que no se pueden dejar de ver, al menos, una vez en la vida. Las Médulas encabezan esta larga lista. Las antiguas minas de oro romanas convertidas hoy en uno de los paisajes más singulares de Europa, son destino favorito de los documentalistas de National Geographic. Ponferrada, la capital de la zona, con su castillo templario y su ambientazo de vinos; Molinaseca, con su concurrida playa fluvial; Cacabelos, zona vinícola con famosos alojamientos rurales; el Valle del Silencio y Santiago de Peñalba, que alberga una de las escasas iglesias mozárabes que se conservan.
Esta hermosísima región es casi infinita en posibilidades. Y, gracias a la labor de Castilla y León Film Commission, cada vez la veremos en más producciones internacionales. Así que, aprovecha y vete a conocerla ahora. Porque esto sí que es vivir lo que ves.
Por María Parcero
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