¿Es Asturias un paraíso del misterio? Si analizamos las películas y series allí rodadas en los últimos años parece que la respuesta es rotundamente sí. 

Las montañas, los pueblos aislados, las casonas solariegas y solitarias, el gris del cielo, la lluvia constante… son ingredientes que combinados entre sí dibujan un escenario casi perfecto para recrear historias de suspense. O de terror, como debe calificarse “El orfanato” (J.A. Bayona, 2007) y una de las que más ha influido en la transformación del paraíso natural en un infierno terrorífico. 

Si quieres ver de cerca la mansión donde se rodó este thriller tienes que poner rumbo a Llanes, donde se encuentra el Palacio de Partarríu o Villa Parres. Una casa cuyo aspecto recuerda las típicas que levantaron los indianos, emigrantes asturianos que hicieron fortuna en América entre los siglos XIX y XX, y cuya vista enamora a la vez que estremece. 

Solo contemplando su fachada uno ya percibe el pánico que seguro sintió Belén Rueda recorriendo esas estancias donde las viejas maderas crujen a cada paso. No sólo ella. 

Por la casa también han desfilado Maribel Verdú y Jorge Sanz, protagonistas de la serie “Los jinetes del alba” (Vicente Aranda, 1991). Y fue elegida para rodar otros filmes como “Mi nombre es sombra” (1996) del director ovetense Gonzalo Suárez y donde la villa aloja a un curioso doctor que inspirado el maléfico doctor Jekyll y mister Hyde con Amparo Larrañaga como protagonista.

El Palacio de Partarríu durante el rodaje de “El orfanato” / Turismo de Llanes

Parece que los monstruos se sienten cómodos en esta zona cercana a Cantabria. Escenario elegido también por Suarez para rodar su “Remando al viento” (1988), película inspirada en la creación literaria del Frankenstein de Mary Shelley y protagonizada por un jovencísimo Hugh Grant –a quien algunos lugareños aún recuerdan paseando ataviado como Lord Byron por la playa de Borizú, en Celorio-. Conocida por el islote que tiene en frente y al que se puede llegar caminando con marea baja.

Hablando de playas y aprovechando el paso por Llanes, te interesa saber que “El orfanato” también se rodó en la cercana playa de Andrín. Cala pequeña y rodeada de acantilados que siempre aparece en la listas de los arenales más bonitos del oriente de Asturias por su entorno salvaje. Resulta difícil pensar que en este idílico entorno se pueda pasar miedo pero si. Las playas también pueden ser lugares donde el cuerpo se calienta con el sol mientras se hiela la sangre. 

El ambiente misterioso y sobrenatural que envuelve la terrible historia que se narra en “El orfanato” se reproduce en “Alma”, primera serie del mismo guionista: el ovetense Sergio G. Sánchez. O “El secreto de Marrowbone” en la que el guionista debutó como director.

“Alma”; costa y naturaleza

“Alma” es otro thriller rodado en Asturias con diferentes localizaciones icónicas. Desde Brañagallones, un valle mágico ubicado en el Parque Natural de Redes. Así llamado por ser nido de muchos urogallos (gallones en asturianu).  Y donde arranca esta trama en la que un grupo de estudiantes se ve envuelto en una historia terrorífica que cambia constantemente de escenario. 

Acercarse a Brañagallones es una buena excusa para visitar esta zona del interior de Asturias poco conocida pero sin duda perfecta para los directores de fotografía. Consejo, lleva zapatos de senderismo pues Brañagallones sólo es accesible a pie (salida desde el refugio de Bezanes). O en vehículos 4×4 con autorización. Si tienes tiempo, y no te da miedo, quédate a dormir en el refugio. La desconexión con el mundo está asegurada.

El refugio de Brañagallones, en el Parque Natural de Redes / Turismo de Asturias

“Alma” también se grabó en Luarca, a donde recomiendo poner rumbo si te gustan los destinos con mar. Raro es el rincón del pueblo que no sale en la serie. Y en Ribadesella, concretamente en la cuevona de Ardines, al lado de la famosa cueva de Tito Bustillo. Un enclave abierto al público y de gran belleza por su gran galería y a donde recomiendo ir tranquilo pues hace falta estar en buena forma para subir la escalera de 300 peldaños que lleva a la galería principal. Una experiencia de las que se graban en la memoria. Seguro que no hay amnesia que logre borrar el recuerdo, estado que marca la trama de “Alma».  

La ruta por los escenarios de la serie nos lleva también a la playa de Porcía, en Tapia de Casariego, ya casi en la frontera con Lugo, Galicia. Otro de los rincones presentes en la serie donde quizá lo que te entren sean unas ganas irresistibles de fotografiar tan hermoso paisaje. con marismas y dunas que se forman por la desembocadura del río del mismo nombre. Merece la pena el desvío y el paseo por el siempre menos transitado  occidente de Asturias.

“Infiesto”: las minas como inquietante paisaje de thriller

Seguimos el viaje por la Asturias más terrorífica y cinematográfica y llegamos a Mieres y a Langreo. Localidades situadas en el corazón de la Cuenca Minera donde se rodó “Infiesto”, nombre de la localidad asturiana donde se rodaron algunas escenas. Los escenarios que asoman en “Infiesto” tampoco son muy bucólicos. Cielo gris, llovizna constante (orbayu). Calles vacías y personajes tenebrosos que recrean lo que fue la pandemia, momento en el que se desarrolla la trama. Y personajes extraños utilizan constantemente expresiones en asturianu, que seguro resultarán familiares a quienes se animen a descubrir la zona más industrial de Asturias cuyo aspecto real es mucho más agradable.

La hermosa villa de Luarca, escenario de “Alma”/ Nani Arenas

Sirva como apunte que en diversos momentos del rodaje hubo que recurrir a lluvia artificial y provocar ese ambiente oscuro que aparece en la serie pero que no se corresponde con la realidad. 

La pantalla de cine a veces conquista pero en otras también confunde. Mejor acercarse para comprobar todo en primera persona sin edición. Y siempre, contando con la inestimable ayuda de Asturias Paraíso Natural Film Commission, la entidad encargada de facilitar los rodajes de terror -o no- en este paraíso natural… y del misterio.

Por Nani Arenas (Travel Inspirer)