En 2019 Woody Allen decidió rendir homenaje al Festival de San Sebastián y a la ciudad que lo acoge. En «Rifkin’s Festival» (2019), el más neurótico de los directores de cine neoyorkinos cuenta la historia de un matrimonio estadounidense que acude al Festival por trabajo de ella. El marido, Mort Rifkin, sospecha que su mujer está teniendo un affaire con un joven y aclamado director de cine francés. Pero su preocupación disminuye cuando se encapricha de una atractiva médico española.
La elección de San Sebastián como escenario para esta película no es fortuita. La ciudad ofrece una combinación perfecta de belleza, tranquilidad y riqueza cultural, convirtiéndola en un lugar ideal para el desarrollo de la trama. Lugares emblemáticos de la ciudad como La Concha, el Peine del Viento o el Museo San Telmo se reinventan en el turismo de pantalla gracias a la que se encarga de acoger rodajes que luego te permiten trasladar la magia de la pantalla a la realidad de tus vacaciones.
La San Sebastián más cinematográfica
Gracias a la ruta creada por San Sebastián-Gipúzcoa Film Commission, podrás recrear todos los paseos que Mort (Wallace Shawn) y Jo (Elena Anaya) se dan por la bella San Sebastián. Puesto que, en parte, la trama gira alrededor del Festival, un buen lugar para comenzar esta ruta es el edificio vanguardista del Centro Kursaal en la playa de Zurriola, que es la sede del festival de cine, tanto en la película como en la realidad, y sin duda, uno de los emblemas de la ciudad. El edificio del arquitecto Rafael Moneo simula dos rocas varadas en la playa, integrándose así en el entorno y ganando un premio Mies van der Rohe como mejor edificio de Europa en 2001. Además de ser un edificio espectacular en sí mismo, es el gran escenario de la ciudad, donde se programan gran cantidad de conciertos de todo tipo. ¡Anímate y encuentra el que más te guste!
Para conectar el Kursaal con el centro histórico no hay más que cruzar por el puente Zurriola. Está decorado con unas estupendas farolas Art Decó, que Woody Allen no quiso dejar escapar y que introdujo en la película. El puente te lleva hasta la ajardinada plaza Okendo, donde se ubica el lujoso Hotel María Cristina. Este hotel participa por partida doble en la película, pues fue a la vez decorado de ésta y el lugar escogido para hospedarse el director. Si te apetece una pequeña parada para calmar la sed o el hambre, en la misma plaza Okendo está el Bar Tánger, que también aparece en «Rifkin’s Festival».
El puente Zurriola al anochecer / San Sebastián-Guipúzcoa Film Commission
Si te adentras un poco en el casco antiguo, en la plaza Zuloaga, encontrarás otra de las localizaciones de la película: el antiguo convento dominico del siglo XVI, que hoy en día es el Museo San Telmo. En la antigua iglesia es donde se celebra en la película una de las fiestas del festival de cine ficticio. El museo, el más antiguo del País Vasco, está dedicado a la Sociedad Vasca y la Ciudadanía, una visita que vale la pena.
La ciudad de la Belle Époque
A finales del siglo XIX, bajo la regencia de la reina María Cristina, se amplió y embelleció la ciudad, convirtiéndola en una de las primeras ciudades turísticas de España. Hoy en día, ese ensanche forma un barrio de época romántica donde se da cita gran parte del ambiente del festival, tal como lo retrata Woody Allen en su película.
Por la alameda se llega al kiosko del boulevard donde está el Ayuntamiento de San Sebastián, edificio construido como Gran Casino en 1887. Justo enfrente podrás pasear por los preciosos jardines de Alderdi Eder que, junto al ayuntamiento y La Concha, forman la estampa más típica de la ciudad.
A dos manzanas de estos jardines, paseaba pensativo el personaje de Wallace Shawn por la Plaza Gipuzkoa, otros agradables jardines de estilo francés, con estanque de patos incluido, un templete meteorológico y un reloj glorieta, construido con flores de colores.
Ahora dirígete a la plaza Bilbao, donde se ubica la librería Donosti, probablemente la más famosa de San Sebastián. Ubicada en un edificio modernista con una preciosa vidriera, lleva más de cincuenta años regentada por la misma familia. Woody Allen la escogió para que Mort se acercase a ojear el escaparate, pero también es una localización que aparece en la famosa serie «Patria» (2020).
Desde la plaza Bilbao ya se puede ver el imponente puente de María Cristina, por donde Mort Rifkin y Jo Rojas cruzan en un descapotable rojo. El puente data de 1904, es el más elegante de la ciudad y fue construido siguiendo el modelo del puente Alejandro III en París, marcando sus entradas con cuatro obeliscos.
Los protagonistas paseando por el puente de María Cristina / San Sebastián-Guipúzcoa Film Commission
El paseo del árbol de Guernica discurre paralelo al río Urumea, por su margen oeste. Es una agradable alameda, con edificios modernistas y que encantó al equipo de dirección, por eso se ve a los protagonistas de la película recorriéndola varias veces. En el edificio del Club Vasco del Camping es donde se ubica la ficticia consulta de la doctora Jo Rojas. Si quieres quedarte un rato más disfrutar del entorno, en el mismo paseo podrás tomar algo o comer, como hicieron los protagonistas de la película en la realidad y la ficción, en el café Botanika.
El balcón al Cantábrico
La imagen más internacional de San Sebastián es la playa de La Concha. Y es que uno no puede visitar la ciudad sin pasear junto a la famosa barandilla que da a la playa, como también lo hacen los protagonistas de la película. En la terraza del Café de la Concha es donde Wallace Shawn se reúne con algunos cineastas del ficticio festival.
La bahía de La Concha ofrece espectaculares vistas / San Sebastián-Guipúzcoa Film Commission
El Palacio de Miramar, al final de La Concha, fue construido para ser la residencia estival de la reina María Cristina en 1893. En la película ves a Mort Rifkin y la doctora Jo Rojas haciendo turismo por sus jardines y en su interior fue donde se rodaron las escenas del despacho del psiquiatra neoyorkino de Mort. Un lugar que no puedes dejar de visitar, tanto por la película como por su belleza.
Y como no, cualquier visita a San Sebastián debe pasar por el Peine del Viento, como lo hace en la película Mort Rifkin. Situado al final de la ciudad, a los pies del monte Igueldo. Las hipnóticas esculturas de Eduardo Chillida peinan el viento cada vez que el temporal azota la bahía de la Concha.
Si te gusta vivir lo que ves, nada mejor para redescubrir San Sebastián que hacerlo bajo la peculiar mirada de Woody Allen. Esperamos que la disfrutes.
Por Víctor Cervelló
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