Probablemente, después del fenómeno “El señor de los anillos”, el de “Juego de Tronos” sea el mayor y mejor ejemplo de lo que representa el turismo de pantalla para un territorio. Casi 10 años después de que el primer contingente de HBO aterrizara en España para grabar la quina temporada de la serie, el impacto que la saga de los Siete Reinos ha tenido para nuestro país está más que demostrado. 

El “efecto tsunami” que luego se extendió por numerosas regiones españolas, comenzó en Andalucía. Cuentan que George R. R. Martin (autor de la saga literaria en la que se basa la serie) siempre imaginó la vida en el Al-Ándalus medieval para inspirarse y escribir lo acontecido en Dorne. Por eso, Sevilla fue el primer destino del equipo de rodaje de esta superproducción convertida en fenómeno global. Y allí estaba Andalucía Film Commission para servirles de guía y enseñarles que Dorne podía estar también en Almería. Pero vayamos por partes, y hagamos la ruta de “Juego de Tronos” por Andalucía que todo seguidor de la serie ha hecho o tiene que hacer. 

Sevilla: el exótico Reino de Dorne

Dorne, uno de los reinos más hermosos de Poniente,  fue recreado en los Alcázares de Sevilla, un conjunto monumental único. Sin embargo, como nos cuenta Piluca Querol, responsable de Andalucía Film Commission, la primera vez que los responsables de la serie visitaron el Alcázar, llovía tanto que a punto estuvieron de descartarlo como localización. La fortuna quiso que se retrasa su vuelo, lo que les permitió volver a verlo con sol. Lo demás, es historia televisiva.

En la quinta temporada de la serie, los Alcázares representan los Jardines del Agua, en el reino de Dorne, donde habita la Casa Martell. Entre los muchos rincones de cine que alberga esta impresionante construcción, se rodaron escenas en la Galería del Grutesco, frente al estanque de Mercurio; en el Cenador de Carlos V, el Salón de Embajadores, el Jardín de las Damas y los Baños de Doña María de Padilla. Los productores de la serie han reconocido que el Alcázar de Sevilla se acercaba tanto a lo que buscaban que no fueron necesarios los retoques digitales, algo que la convierte en la única localización que aparece tal cual en la producción de HBO.

Los Jardines del Agua de Dorne en los Alcázares sevillanos / HBO

Otro de los escenarios sevillanos de nuestra ruta de “Juego de Tronos” por Andalucía, son las atarazanas, los astilleros más importantes de la Corona de Castilla. Esta joya del gótico civil se usó para recrear las catacumbas de la Fortaleza Roja, en Desembarco del Rey. Es allí donde, entre esqueletos de dragones, el maestre Qyburn muestra a Cersei el Escorpión una ballesta gigante que podría utilizar contra los dragones de Daenerys, y donde Tyrion se cita con Jaime, para que convenza a Cersei de la conveniencia de una reunión para tratar el inminente ataque de los Caminantes Blancos.

Seguimos en Sevilla y hablando de dragones. La quinta temporada de la serie finalizó con una de las escenas más impactantes de la historia de Poniente, cuando Daenerys tiene que huir a lomos de uno de sus dragones ante el estallido de una revuelta que puede ponerla en peligro. Gracias a la tecnología, el coso taurino de Osuna se convirtió en la Fosa de Daznak. Por cierto que, durante el rodaje, Emilia Clarke (Daenerys) cumplió 28 años. Con este motivo, una pastelería local sorprendió a la actriz con una enorme tarta con el blasón de la Casa Targaryen, y tanto el equipo como los cientos de extras presentes, le cantaron el ‘Cumpleaños feliz’. Un momentazo que, seguro, la actriz británica no olvidará nunca.

No abandonamos ni las tierras sevillanas ni a los dragones, porque las ruinas de la primera ciudad romana de Hispania, Itálica (Santiponce, Sevilla), se convirtieron en Pozo Dragón en el último episodio de la séptima temporada. En estas secuencias se produjo la mayor concentración de personajes protagonistas de todas las temporadas de la serie emitidas hasta ese momento. Desde Jon Nieve, Daenerys, Tyrion, Cersei y Jaime, hasta Brienne, Varys, Theon Greyjoy, El Perro, Sir Davos, Bronn o Jorah Mormont, pasando por Euron Greyjoy, Podrick, Misandei, La Montaña o Qyburn. Semejante reunión de personajes respondía al cónclave para acordar una tregua entre los diferentes aspirantes al Trono de Hierro ante la inminente llegada de las hordas de Caminantes Blancos.

Las ruinas de Itálica sin dragones / Agatha Selgas

Córdoba: Altojardín y Volantis

Como Poniente tiene siete reinos, la necesidad de castillos para representarlos era algo que preocupaba a los productores de la serie. Hasta que llegaron a España y se encontraron con la gran cantidad de edificios amurallados que quedan en nuestro país. Por eso, durante su estancia en Andalucía, no tuvieron que ir muy lejos para encontrar el hogar de la Casa Tyrell: Altojardín. 

En Almodóvar del Río (Córdoba) está la fortaleza construida por Alfonso XI de Castilla, que solo necesitaba lucir el blasón de la rosa de oro para servir de escenario a las escenas en las que Jaime Lannister acude allí con su ejército, tras engañar a los Inmaculados, para conquistar el castillo y acabar con Olenna, la dama de espinas.

Si la silueta de este magnífico castillo te resulta conocida, quizás sea porque Joshua Logan ya la había utilizado para recrear “Camelot” en 1967 (película que también pasó por otro castillo de cine, el de Coca, en Segovia).

Sin abandonar la provincia de Córdoba, la siguiente parada de nuestra ruta de “Juego de Tronos” por Andalucía es el puente romano de la capital, que se usó para recrear el Puente Largo de Volantis. Aunque con ciertos retoques digitales, se puede reconocer su peculiar silueta en las muchas escenas es las que aparece. 

Almería: volvemos a Dorne

Sólo la magia de la pantalla puede hacer que Lanza del Sol, la capital de Dorne, esté en Sevilla y en Almería. Por obra y gracia de los efectos especiales, la Alcazaba almeriense llega a aparecer como una extensión de los jardines del Alcázar de Sevilla. Las acequias, fuentes y jardines del conjunto monumental almeriense representaron a la capital dorniense, y allí se grabaron las conversaciones entre Ellaria Arena y Olenna Tyrell o el asesinato de Doran Martell.

La Alcazaba de Almería es Lanza del Sol / Agatha Selgas

El rodaje también se desplazó hasta otros rincones de la provincia, en concreto hasta Carboneras, donde se utilizó la torre nazarí de Mesa Roldán para recrear parte de la ciudad libre de Meeren (que luego se desplazó hasta Peñíscola). 

Esta imponente torre de artillería sirve de escenario a una serie de escenas en las que están implicados Daenerys, Tyrion y Misandei, así como tres de los Amos de Mereen, un grupo de inmaculados y el fiel dragón Drogo, que acaba con los enemigos de la Khaleesi, y con toda una flota de barcos en el mismísimo cabo de Gata. 

Flota enemiga arribando al cabo de Gata / HBO

Tabernas: territorio Dothraki

Que Tabernas es mucho más que westerns lo demuestra su constante actividad de rodajes. Su peculiar paisaje, compuesto de ramblas esculpidas a golpe de viento, lo hace ideal para recrear todo tipo de escenarios. Por eso, en “Juego de Tronos”, el desierto de Tabernas se convirtió en el Mar Dothraki, una gigantesca estepa del continente de Essos. Concretamente, en la Rambla del Cautivo, se rodaron varias secuencias de acción en las que participaron numerosos especialistas y caballos. 

No muy lejos de allí es posible visitar el poblado de Vaes Dothrak. Se trata del paraje de El Chorrillo (en Pechina), lugar de rodaje de otras superproducciones como “Exodus: dioses y reyes” (Ridley Scott, 2014). Precisamente en los decorados creados para representar el gueto israelí en Egipto se ubicó el poblado de los Dothraki. Aquí es donde mantienen cautiva a la Khaleesi en la sexta temporada. 

Así, de temporada en temporada y de escena en escena, hemos atravesado media Andalucía y llegado al final de nuestra ruta de “Juego de Tronos” por el sur de España. Esperamos haberte dado ideas para tu próxima escapada de pantalla en la que no debes olvidar tus vestimentas y ornamentos de Poniente para recrear tus escenas favoritas en los lugares en los que fueron rodadas. ¡Eso sí que es vivir lo que ves!

Por María Parcero