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Y por fin un último destino, como decía, escenario de “Galgos”, nos lleva hasta la finca del marqués de Valdecilla de Medio Cudeyo, otro excelente y reconocible ejemplo del legado arquitectónico indiano en Cantabria. La finca de don Ramón Pelayo de la Torriente, Marqués de Valdecilla, cuenta con seis construcciones y un jardín de árboles centenarios en el que solo te faltará un buen tocado para integrarte. La Casa Blanca, residencia del marqués, alberga ahora un museo sobre su propia historia. La Casuca, que fue vivienda de la marquesa de Pelayo y sobrina del marqués, y San Rafael muestran cómo vivían en estas residencias de clase alta en la primera mitad del siglo XX. Además, una típica casa de arquitectura montañesa, las antiguas cocheras y las antiguas cuadras completan el recinto. Por cierto, que en la casa San Rafael llegó a alojarse el rey Alfonso XIII.

Pero si quieres planificar una ruta temática a la que no le falte de nada, aquí tienes una sugerencia más para disfrutar en Cantabria: en Selaya se encuentra el museo de las Amas de Cría, toda una curiosidad para conocer el trabajo de unas mujeres que se convertían nodrizas de otros pequeños, normalmente, de clase alta. Para visitarlo, es necesario contactar con el ayuntamiento local.

Cantabria tiene distinción y mucha fotogenia, así que no dudes en recorrer estos lugares para sentirte, por unos días, protagonista de tu propia historia familiar y empresarial (o nobiliaria, quién sabe).